Inteligencia emocional y gestión positiva del conflicto: mediación
El pasado martes 30 de septiembre, en la sede de Femeval, a la que nuevamente agradecemos su generosa colaboración, y con la asistencia de cerca de 100 personas, pudimos disfrutar de la conferencia titulada “Inteligencia emocional y gestión positiva del conflicto: mediación”, impartida por Anna Vall Rius, abogada, mediadora y coordinadora del Máster en Mediación y Gestión eficiente de conflictos del ICAV.
Anna, en una exposición amena y repleta de ejemplos que resultaron muy ilustrativos, nos mostró que EL CONFLICTO, un fenómeno inherente a la naturaleza humana, “no es ni bueno ni malo”, todo depende de cómo lo gestionemos, destacando la indispensable relación entre IE y mediación. Para Anna, sin un mínimo de inteligencia emocional, tanto por parte del mediador como de los mediados, no tiene sentido llevar a cabo una mediación. De ahí la importancia, destacó, de que los programas educativos contemplaran esta disciplina, formando a las personas, desde su infancia, para el reconocimiento de sus emociones y la gestión de las diferencias.
Partiendo del principio “No estoy de acuerdo contigo, pero te comprendo”, la ponente nos transmitió la idea de que LOS SERES HUMANOS SOMOS EMOCIÓN E INTELIGENCIA, y hemos de lograr poner esa inteligencia a nuestro servicio, a través de una gestión de las emociones basada en distintas técnicas y herramientas. Entre éstas, hizo especial referencia a la EMPATÍA, a la capacidad de ponernos en el lugar del otro, de entenderle, incluso aun cuando no compartamos su visión del problema; y a la CREATIVIDAD, a la capacidad de buscar soluciones imaginativas, de superar nuestro esquema mental y abrirnos a otras perspectivas. En este sentido, abordó el papel del mediador, “la segunda profesión más antigua del mundo”, bromeó, como facilitador de la comunicación, como creador de ese espacio de diálogo en que consiste la mediación. Para ello, resaltó, ha de ser una persona que goce de “tranquilidad interior” y que, por supuesto, cuente con la formación y experiencia necesarias.
Anna incidió en otra idea fundamental, que refuerza esa interrelación entre IE y mediación, cual es la de la FLEXIBILIDAD: “en ocasiones, hay que doblarse para no partirse”. En este sentido, nos propuso una reflexión sobre lo decisivo de nuestra actitud en aquello que nos sucede y en cómo lo afrontamos, de cómo “cada uno de nosotros puede provocar tener un buen o un mal día”. En este punto, hizo referencia a las consecuencias que genera, en sentido positivo o negativo, el USO DEL LENGUAJE en la comunicación interpersonal.
Finalmente, Anna destacó el alto grado de SATISFACCIÓN alcanzado por los usuarios de la mediación, incluso en aquellos casos en que se finaliza sin acuerdo. Ello se debe a la liberación que se produce al ser escuchados y poder transmitir al otro como nos sentimos.
En definitiva, todo un placer aprender de esta estudiosa y apasionada de la mediación y de las relaciones humanas.
Texto de Ernesto Villanueva, Abogado-mediador y socio de ASNIE