Mucho se ha escrito y hablado de las grandes diferencias entre la Piscología y el Coaching, se  han oído voces que mutuamente se califican de intrusismo profesional, ciencia obsoleta,  “vende humos”, etc.  

No obviamos, que tanto una como otra disciplina, tienen en muchas de sus aplicaciones  profesionales caminos muy alejados y propios, no pondremos como parangón de caminos que  se cruzan, el tratamiento psicológico de una depresión mayor en comparación con el objetivo de coaching de una mejora laboral; pero con cierto grado de osadía, aquí, una Psicóloga  General y un Coach certificado por ASESCO (Asociación Española de Coaching), pretendemos contribuir a acabar con un desencuentro histórico y evidenciar una “historia de amor”  profesional, fruto de nuestra propia experiencia; iremos navegando entre aquellos lugares  que les son comunes a las dos disciplinas y las convierten, cuando se complementan, en una  poderosa palanca de acción que permite alcanzar a las personas, un alto grado de bienestar y  mejora personal y profesional. 

Cuando hablamos de Psicología y Coaching, hablamos a la vez de dos conceptos que nos  sirven de punto de partida; en primer lugar del concepto de proceso, entendido este como  transición de una situación a otra, de un momento concreto en la vida de una persona a otro momento diferente. Este punto de partida nos lleva inevitablemente al otro nexo común inicial, que es el concepto de cambio, entendido como la diferencia que experimenta la  persona desde el momento en el que inicia un proceso psicológico o de coaching, hasta el momento en el que lo concluye.  

Y ya sin darnos cuenta, hemos puesto en el centro a la protagonista por la que transitan  ambas disciplinas, la PERSONA. Tanto para el Coaching como para la Psicología, en cada de  una de las corrientes que los enriquecen, tienen al ser humano como centro de todo lo que da  sentido a su propio desarrollo y ambas disciplinas lo contemplan como un ser maravillosoúnico entre sus “iguales” y lleno de recursos para alcanzar aquello que desee. 

Tanto una como otra, entienden el proceso, como una transición pero contemplan de manera  diversa el pasado, el presente y el futuro. Si bien la Psicología, se adentra , en muchas  ocasiones, en un pasado que interfiere de manera distorsionada en el presente e impide a la  persona enfocar el futuro, desde el Coaching, se viaja al pasado, mayoritariamente para  recordar todas aquellas vivencias o situaciones, que nos ayuden a entender nuestro presente  y enfocar el camino hacia el objetivo deseado. 

Desde la Psicología, se entiende como objeto de terapia todo aquello que produzca un gran sufrimiento para la persona o para los que la rodean, desde nuestra visión, este es el punto de  inicio de una terapia. Una vez logrado el reto de resolver el sufrimiento puede que se abra  paso una nuevo futuro en el que emerjan diferentes caminos para la persona. Es en este  punto, es en el que el Coaching, se convertiría en la palanca de acción idónea, en la  herramienta potente para poder construir un futuro planificado y deseado para la persona. Las  dos disciplinas se pueden nutrir una de otra, siendo responsabilidad del Coach derivar a 

aquellas personas en las que encuentre sufrimiento grave, y responsabilidad del Psicólogo,  abrir la ventana de oportunidades individuales que, de una manera no dirigida, será el Coach el  profesional que mejor le acompañe. 

En nuestra experiencia, hemos comprobado que si hay una herramienta poderosa que une a  las dos disciplinas de manera inequívoca, es la Inteligencia Emocional, dado que adquirir  destrezas para que las Emociones sean correctamente interpretadas y adecuadamente  manejadas nos ayuda definitivamente a aceptar nuestro pasado, estabilizar un presente lleno  de recursos y nos impulsa hacia un futuro deseado y retador. 

El crecimiento o desarrollo personal, y el bienestar emocional, son paradigmas que van de la  mano, siendo el foco en el que tanto una, como la otra disciplina, pone todos sus recursos a  funcionar. 

Concluimos con el deseo, de haber podido evidenciar un “amor” profesional real, y que  permite a nuestros clientes, transitar por uno, otro o ambos caminos, en función de sus  necesidades concretas. 

 María Rodriguez Rubio. Psicóloga General Sanitaria CV10611

Juan Higueras González Coach Personal, Deportivo y Ejecutivo  ASESCO Cert. 11137

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