Muchas son ya las personas que conocen el secreto del bienestar en pareja o en cualquier tipo de relación personal. Lo puedo desvelar ya sin esperar al final del artículo. Tener una buena relación contigo mismo.
Todos conocemos a alguien, y si no lo conoces es que eres tú, que cuando se levanta por las mañanas, está pensando en lo que tienen que hacer los demás. Mi pareja: seguro que no ha hecho eso que le pedí. Mis compañeros de trabajo: a ver si adelantan la tarea porque hasta que no terminen su parte yo no puedo continuar. El repartidor: si no me llega este material hoy, quedaré mal con mi cliente. Mis alumnos: Como no estudien con tiempo suficiente suspenderán y no estarán motivados con mi asignatura.
Estas situaciones cotidianas tienen algo en común:
-En este momento no dependen de nosotros mismos, pero en todas ellas tenemos una pequeña parte de responsabilidad. Que es sólo eso, una parte.
-Nos ocupa mucho espacio en la mente lo que otras personas deben hacer.
-Esos pensamientos no nos permiten centrarnos en lo que de verdad sí podemos avanzar.
-Todas son situaciones que nos estamos imaginando, son futuras y no han ocurrido.
-Nos invaden las emociones negativas hacia otros.
-Entramos en bucle.
-Perjudicamos nuestras relaciones.
Vamos a preguntarnos: ¿qué gano pensando así? NADA. Lo único que hacemos es cabrearnos con el resto del mundo cuando los demás no se han dado ni cuenta, ya que la situación en realidad no existe, es futura.
Entonces ¿qué podemos hacer para sentir mayor bienestar en nuestras relaciones?
Algunas costumbres que pueden servirnos son:
1-Ayuda a otros en la medida que podamos, ya que el retorno suele ser positivo y multiplicado. Cuando estás disponible para alguien, esa persona automáticamente se vuelve disponible para ti.
2-Entiende lo que depende de ti para tomar acción y sentirte muy satisfecho con el resultado. Si lo conseguimos aumente nuestra felicidad.
3-Piensa qué puedes hacer ahora mismo para alcanzar esa meta que es tuya propia. Cuando las metas son elegidas por nosotros mismos, les ponemos más pasión.
4-Tienes que saber que la gran mayoría de las personas tienen buena intención con sus actos hacia ti. Seguramente no les habías expresado bien lo que necesitabas.
5-Permítete tiempo libre para desconectar si algo te está bloqueando. Te lo mereces.
6-Si no ha ocurrido… ¡aún no existe! No culpes a otras personas anticipadamente… y a ti tampoco.
7-Siempre habla bien del resto de personas. A nadie le apetece estar con gente que habla mal de otros, se pierde toda la energía.
8-Cuando alguien haga algo que te guste, díselo! No te cortes, el trabajo bien hecho merece recompensa.
No somos perfectos y tener emociones negativas es tan “normal” como tenerlas positivas, por eso cuidar la relación con nosotros mismos es lo mejor que podemos hacer. Hablarnos bien, no sentirnos culpables de nuestros pensamientos, y sobretodo pedir ayuda cuando la necesitemos.
Te sorprenderás de los resultados tan grandes con unas acciones tan pequeñas.
Te reto a ponerlo en práctica.